jueves, 10 de noviembre de 2016

Jueves de la semana XXXII

EVdHOY: "Jesús les dijo: como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día". Jesús se compara a sí mismo con el brillo del relámpago. Igual que en medio de la noche tormentosa, en el momento más inesperado, un rayo de luz ilumina la oscuridad y desciende del cielo a la tierra, así el Amor de Jesús se hace presente en nuestras tormentas para iluminar nuestro camino y traer la fuerza del Cielo a nuestra tierra. Jesús es el Sol que nunca entra en el ocaso, por eso siempre está pronto a mandarnos un rayo de su luz y su calor. En los momentos de frío y oscuridad mantengamos la fe en el sol de Jesús, luz en el día y esperanza en la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonita reflexión. Gracias