miércoles, 21 de diciembre de 2016

VI Feria de Adviento



EVdHOY: “María dijo: el Señor auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia”. Al descubrir la presencia de una nueva vida en su interior la Virgen da gracias a Dios porque se sirve de Ella para traer a nuestro mundo su Misericordia. Dios siempre ha ayudado a su pueblo, movido por la Misericordia y la compasión hacia sus hijos. Ahora Dios mismo, lleno de Misericordia, entra a formar parte de su pueblo por la Encarnación. María está en el corazón de ese misterio de Misericordia, que trae al mundo la nueva vida, humana y divina, que está en su seno y en su Corazón. Unidos al Corazón de María nos preparamos para recibir en Navidad esa nueva vida, es nueva venida del Dios Misericordioso en el Hijo de la Virgen, en el Niño Jesús. Que la María nos ayude a recibirlo en nuestro corazón y a recibir de nuevo el auxilio de Dios en nuestra vida”.

V Fería de Adviento



EVdHOY: “En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”. El saludo de María llenó de esperanza y alegría a Isabel, que recibió en la Visitación de la Virgen una inmensa luz del Espíritu Santo. A punto de dar a luz a su Hijo, María viene de prisa hacia nuestro mundo y hacia nuestros hogares. Viene deprisa con un inmenso deseo de entregarnos a su Hijo, para que El nos colme de la paz y la alegría que deja el Espíritu de Dios en los corazones que tienen fe. Recibamos ese abrazo con el que María nos saluda, y dejemos que la contemplación y el amor a la Virgen preparen nuestro corazón y nuestro hogar para el próximo nacimiento de su Hijo Jesús.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Domingo IV de Adviento



EVdHOY: “María, la madre de Jesucristo, esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo”. De entre todas las virtudes de la Virgen, hoy el evangelio nos propone su esperanza. Nuestra Señora espera a su Hijo, sabiendo que su Hijo, lleno del Espíritu Santo, derramaría sobre toda la humanidad la salvación, el amor y la paz que ésta necesita. Así María nos enseña a confiar, mediante la esperanza, en que Dios tiene para nosotros un futuro mejor, a confiar en que pase lo que pase el proyecto de amor que tiene Jesucristo para nosotros saldrá adelante, a confiar en que nada es imposible para Dios. Pedimos a Nuestra Señora que deje en nuestros corazones la luz del Espíritu Santo que formó en su seno a Jesús. Que en estos días de preparación de la Navidad el Espíritu Santo nos haga descubrir de nuevo que Jesús nace en medio de nuestra vida, para renovarla y llenarla de esperanza, para ayudarnos a confiar y a poner nuestra alegría en el amor al Dios que se acerca.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Domingo III de Adviento



EVdHOY: “Jesús les respondió: Id a anunciar al Bautista lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio”. Las poderosas llamadas de san Juan Bautista a la conversión del corazón tenían como finalidad preparar la llegada de Jesús, que sólo puede derramar la abundancia de sus milagros sobre aquéllos que le acogen con un corazón preparado por la fe. La llegada del esperado por el Bautista se traduce en una abundancia de gracia tan inmensa que cada persona recibe lo que necesita: la vista, el movimiento, la pureza, el oído, la vida, la esperanza del Evangelio. Jesús trae esta Navidad la gracia que de verdad estás necesitando, y podrá entregártela con su divina abundancia si has escuchado al Bautista y has intentado preparar tu corazón por la fe. Esperemos llenos de confianza en El la venida de Jesús, para que recibamos los bienes del Evangelio, y más allá de toda circunstancia personal o familiar podamos experimentar en el corazón la alegría del Amor que se acerca.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Memoria de san Juan Diego

La evangelización de América recibe una especial bendición de la Virgen cuando la Madre de Dios se aparece a Juan Diego cerca de México. La Santísima Virgen acude al encuentro del humilde indio para enseñarle que Ella es su Madre, pues la Virgen quiere extender su maternidad y su bendición a todos los pueblos de la tierra, por los cuales su hijo Jesucristo derramó su sangre en la cruz. Como prenda de este encuentro Juan Diego recibe estampada en su capa la imagen de la Virgen de Guadalupe, y dedica su vida entera a cuidar de la iglesia de la Virgen y atender a los peregrinos con caridad y alegría. Que el paso de la Inmaculada por nuestra vida nos deje también a nosotros grabada su imagen en el alma, para que animados por Ella podamos anunciar el evangelio de la caridad y la alegría.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Domingo II de Adviento



EVdHOY: “Juan Bautista predicaba diciendo: Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos, dad el fruto que pide la conversión”. Ante la venida del Sol a nuestra tierra, del nacimiento de Jesús en medio de nuestro mundo, el Bautista anuncia a todos la conversión. Como los árboles deben podar sus ramas en el invierno para llenarse de fruto en el sol de primavera, así los corazones han de convertirse de sus malas inclinaciones si quieren que la venida de Jesús les deje paz y alegría. Para que sea Navidad no basta con que sea 25 de diciembre, porque el nacimiento de Jesús no es sólo una fecha, es una iluminación del corazón, que tendrá que estar podado de oscuridad para poder recibir y disfrutar. Escuchemos con atención a este singular heraldo de la Navidad, y tratemos de podar, con la ayuda del Espíritu Santo, todas las ramas viejas y secas que puedan impedir el nacimiento de los nuevos frutos del alma que este Sol nos trae.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Jueves de la semana I de Adviento



EVdHOY: “Jesús les dijo: el que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”.  Los beneficios de tener una casa bien cimentada saltan a la vista cuando sobrevienen las dificultades: cuando cae la lluvia, se desbordaran los ríos, soplan los vientos… y las dificultades de la vida descargan contra ella. Es entonces cuando se comprueba que la casa tiembla, pero no se hunde. Por eso es tan importante poner suelo de roca a nuestra vida, cosa que hacemos cuando escuchamos a Jesús y construimos nuestra vida según su proyecto y sus palabras. Nuestros planes se pueden venir abajo, como la arena, pero los proyectos de Dios salen adelante siempre, incluso en medio de la debilidad y hasta de la ruina. Que cada día empecemos la jornada escuchando a Dios en la oración, para poder encaminar nuestros pasos con sus indicaciones, y para completar nuestros planes con su proyecto.