jueves, 3 de octubre de 2013

Hay zonas en las que recuperación de los dragones robledanos está siendo tremendamente complicada. Por ejemplo, el tramo de bóveda situado justo encima de la puerta de la sacristía. Ha perdido un arco entero de piedra desde tiempo inmemorial. Tiene una elevada concentración de humedades y goteras del anterior tejado. Ha perdido la policromía en muchos lugares de la superficie. Y ocasionalmente hasta el revoco, dejando ver el casco original de la bóveda, ladrillo del siglo XV. Vamos a ver lo que consigue sacar de aquí el equipo de restauradores.