EVdHOY:
"Jesús les dijo: ni de uno solo se olvida Dios, hasta los pelos de
vuestra cabeza están contados: por lo tanto, no tengáis miedo". De
muchas maneras nos recuerda Jesús que toda nuestra vida está en manos de
nuestro Padre Dios. Hasta los detalles más pequeños de cada día, hasta
el último pelo de alegría o de sufrimiento que dibuja nuestra vida,
están guiados por la Providencia de las manos de Dios. Es la única razón
de peso para no tener miedo, para vivir con esperanza y serenidad todos
los momentos de la jornada: saber que nunca se olvida Dios de sus
hijos, y que nunca les deja peligrar ni caer de sus manos. Renovamos
nuestra confianza filial en la Providencia y tratamos de dejar en sus
manos las alegrías, para que las bendiga, y las preocupaciones y
sufrimientos, para que sepamos remontarlas con su gracia.
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