jueves, 14 de enero de 2010

Y se quedó la nieve esta vez

Tenemos una razón más para esperar que este temido 2010 sea al fin y al cabo año de bienes. Por lo menos, por la meteorología no será... La nieve es el "agua que se queda", como la fe es la gracia de Dios que se queda en el alma. Igual que la nieve, la fe nos permite verlo todo con más luz, con la fuerza del brillo del sol, con la blancura de una mirada pura en torno a nuestro mundo. Si como ha envuelto la nieve nuestro pueblo envuelve nuestras vidas la fe, tendremos sin duda alguna un gran bien para este año. Año de bienes, año de fe. Y como muestra, la fe en que la iglesia iba a resistir el nevadón... y ahí está recordando en la corona del pueblo que las obras de Dios nunca caen al suelo si se reciben con fe verdadera.

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