El otoño se lleva las hojas de los árboles y los andamios de nuestra iglesia. Ya se ha terminado toda la cara norte del templo, y por fin podemos admirar el formidable aspecto original del templo robledano, tal y como fue construido a finales del siglo XV. Terminado el cierre de grietas, la renovación de las juntas de los muros y el enevejecimiento de la piedra nueva empleada en la reposición del paso de ronda fortificado original de nuestro templo, podemos esperar que dentro de poco se termine la cara sur, que da a la plaza, y que en breve veamos ya finalizada esta espléndida obra que devuelve a nuestra iglesia la apariencia y el perfil perdido... con la esperanza de que san José nos siga ayudando de cara al proyecto de la rehabilitación interior de la iglesia.
1 comentario:
No parece que sea nuestra iglesia, sin duda un trabajo extraordinario, seguiremos rezando para que pronto podamos volver a ella.
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