Se van los andamios

Parece que la obra de la iglesa ha querido unirse a la celebración de las fiestas y nos ha regalado la terminación justo en estas fechas. Ya se ha terminado por completo la limpieza de muros, la reposición de juntas, la reconstrucción de las ventanas y de los aleros que estaban más deteriorados... Y por supuesto la instalación del nuevo tejado, más fiel al original y más seguro con respecto a la estructura de cargas de la iglesia. También se ha terminado de coser los contrafuertes y reparar sus graves fracturas, al tiempo que se han cambiado los extraños tejadillos que los remataban por láminas de cobre que los protegen mejor del peligroso desgaste del agua y el frío (y además pierden el brillo que ahora tienen con rapidez, menos mal). Falta todavía el cierre de las grietas más pronunciadas del ábside y la impermeabilización con plomo del paso de ronda, para asegurar que nuestra joya pueda aguantar con estabilidad al menos cinso siglos más. Sigue pendiente con la Comunidad de Madrid el recurso y la reclamación en torno al triste color de la piedra escogida para reconstruir el espléndido paso de ronda que corononaba en el siglo XV la cabecera de la iglesa. Pero parece que va para largo... Con respecto al interior... habrá que seguir buscando recursos, pues el proyecto casi está. En fin, con un año de iglesia cerrada, se ha podido terminar bastante bien la mitad de la enorme obra de restauración. Esperemos que en el segundo año todo siga adelante.