sábado, 26 de febrero de 2011

Una limpieza tocando el cielo

Gracias a la colaboración de dos especialistas en trabajos de altura se ha podido realizar una de las tareas pendientes en la iglesia. Más de uno se habrá fijado en que en todo lo alto de la torre, entre las "ocho velas" crecía una higuera que poco a poco ha ido quebrando los apoyos de la balaustrada de piedra y ha ido separándola de la "vela" en la que está encajada, con el consiguiente riesgo, a medio plazo, de desprendimiento. Por otro lado, las raíces del arbolito han ido abriendo una grieta entre las piedras de la cornisa de la torre, y por si fuera poco, la acumulación de tierra (muy abonada por el continuo tránsito de palomas) ha creado en el perímetro de la balaustrada una terreno de cultivo que ya quisieran muchas huertas. Los peligros de esta suciedad son evidentes, y la posibilidad de que en poco tiempo surgiera un verdadero bosque en lo alto del campanario no era muy tranquilizadora. De ahí que el sábado se haya procedido a eliminar la higuera, limpiar de tierra y mantillo todo el perímetro de la torre y destrancar las gárgolas que le sirven de desague. Con este mantenimiento podemos quedarnos tranquilos y seguir disfrutando de una torre más limpia y más segura. Mil gracias a los colaboradores y una postal de lo que se contempla desde arriba:

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