sábado, 5 de febrero de 2011

A la vista otro muro románico (I)

El andamio, además de permitir el trabajo sobre la cubierta, sirve para ir limpiando y consolidando los sufridos muros de la iglesia, que llevan años soportando cargas desproporcionadas como unos auténticos campeones. ¡Qué bien la construyeron! Tan bien que se ha conservado el muro románico de la primera iglesia robledana, cuya parte sur acaba de salir a la luz tras picar el feo enfoscado que la ocultaba. Se ve ahora cómo bajo el muro románico, de sillarejo, se ve un muro de tapial y ladrillo, que los arqueólogos tendrán que fechar y explicar. Otro pequeño tesoro para nuestra iglesia.

No hay comentarios: