La cosa marcha bien

Las grandes vigas de madera horizontales que se ven en la foto, sujetadas por un robusto eje vertical a las vigas comidas por la termita, son el refuerzo que va sujetando el tejado de la iglesia. Ya está completada la parte más delicada de la obra, y parece que todo marcha a buen ritmo, después del buen empujón que se le ha dado a la tarea en esta semana de san José. Vamos a seguir rezando para que todo termine pronto y bien. Y de paso podemos aprender que gracias a la Providencia de Dios todo tiene arreglo... aunque tarde y a veces nos parezca que nunca llega. Las termitas, en los tejados o en la vida misma, nunca ganan si acudimos a buenos técnicos para reparar sus destrozos y prevenir futuros ataques... ¿y alguien conoce un técnico mejor que la Providencia de Dios?