EVdHOY: “Jesús les dijo: cuando empiecen a suceder estas
tribulaciones, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. Jesús
nos enseña a vivir de una nueva forma las tribulaciones y problemas que nos va
trayendo la vida. Cuando
creemos en El, cada dificultad de la vida es una llamada, en primer lugar, a
levantar la cabeza y pedirle ayuda a Jesús para poder liberarnos de ella. Cada
vez que acechan los pecados, las contradicciones, los sufrimientos imprevistos
y las molestias de cada jornada, sabemos que Alguien acoge nuestra mirada de súplica
y confianza. Dejamos que Jesús sea el Señor de nuestra vida cuando ponemos en
sus manos nuestras dificultades con la esperanza puesta en su ayuda segura. Por
eso, confesemos a Cristo como Señor confiando nuestras tribulaciones a su Amor
y su Providencia.
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