EVdHOY: "Jesús exclamó : ¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en
Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace
tiempo que se habrían convertido". Nos puede extrañar que Jesús pida
cuenta a aquellos pueblos de los milagros que había hecho en ellos. Sin
embargo, esta advertencia de Jesús nos recuerda la responsabilidad de
aprovechar los regalos y milagros de Dios para convertirnos, para crecer
en fe,esperanza y caridad. Aquellos pueblos se habían tomado
la presencia de Jesús en ellos y sus milagros como unos simples favores
llovidos del Cielo, que arreglaban problemas pero que no cambiaban la
vida de las personas, que en el fondo seguían rechazando la fe en Jesús.
Intentemos acoger cada regalo de Dios, y cada milagro como un recuerdo
de que tenemos que convertir nuestro corazón, y una llamada para cambiar
nuestra vida y hacerla más conforme a la fe del Evangelio. También
Jesús nos pedirá cuenta a cada uno de tantos regalos recibidos cuando
nos presentemos ante El, pidamos a su Misericordia que sepamos
presentarle un corazón al menos agradecido y lleno de confianza en su
Amor y en sus regalos.
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