Gracias
a Dios hemos podido comenzar esta semana la obra de restauración de la
sacristía de nuestra iglesia, que lleva ya cuatro años apuntalada. El
tejado medio podrido está desplomado sobre la bóveda, la cual está
fisurada y llena de rotos y humedades, y descansa sobre muros sucios y
con infiltraciones. De postre, el piso va sin aislamiento sobre el suelo
y está hecho una pena. La obra va dirigida por el Arzobispado de Madrid
y financiada por el Consorcio Sierra Oeste. Sigamos rezando a san José
para que en Navidad podamos todos disfrutar de este valioso espacio del
siglo XVII que tan necesario es para las celebraciones en nuestra
iglesia.
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