Despedimos a los misioneros de Schönstatt
Son ya un clásico del verano en Robledo, y por cierto también de la Navidad. Pero son también un soplo de aire fresco que nos alegra y nos da un nuevo tono vital. Estos jóvenes, apasionados de corazón por Jesucristo, la Virgen María, en su advocación de la Madre Tres veces Admirable de Schönstatt, y de la iglesia, nos han ofrecido a todos unos preciosos días de sus vacaciones. ¿Para qué? Para que la fe, la esperanza y la caridad estén más presentes en nuestras calles. Con las visitas a enfermos, los talleres para niños, las actividades para jóvenes, la alegría en las celebraciones y el buen humor en las plazas, nos recuerdan que la vida es mucho más bonita cuando estás cerca de Dios. ¡Gracias! Y hasta pronto
No hay comentarios:
Publicar un comentario